Me preguntaron en mi Juicio Final cuánto me había esforzado por ser justo (eso es lo que te preguntan).
En verdad creo que me esforcé muchísimo en encontrar las respuestas correctas. Postergué y hasta me desentendí de todo lo demás para lograrlo. Me dejé enseñar, me dejé aconsejar...pero además, nunca me dejé simplemente convencer dócilmente...Ni por todos los Dioses ni por todos los Cielos...Veía a los demás como gente ungida de mi mismo propósito; ni inferiores a mi, ni superiores a mi.
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