jueves, 17 de enero de 2013

Zodíaco

El Zodíaco revela el designio del genio. Es el Cosmos, la sabiduría universal, quién designa cuál ha de ser nuestra misión y nuestro designio.
No somos lo que se nos antoja ser, sino lo que está escrito en los astros que vamos a ser, y ante lo que no nos es posible revelarnos.
Creer en la Astrología es atreverse a manifestar una rebeldía contra la Iglesia. Es afirmar que lo Superior  existe pero la Iglesia es de un autoritarismo despótico y eminentemente humano.
1.949
El cosmos tiene un Orden y una sabia regularidad.
Xul Solar cree en los designios implícitos en el día y hora de nacimiento, y cree en la resurrección.

Existe mucha literatura al respecto que Xul Solar no ignoraría, ya que era un hombre sumamente culto.
La Iglesia Católica se pronunció en contra la Astrología en el Concilio de Toledo del año 400, o el Concilio de Braga del 561, por citar algunos ejemplos.
El juicio del Magisterio de la Iglesia puede resumirse en lo que dice el Catecismo de la Iglesia: "Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone 'revelan' el porvenir. La consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a 'mediums', encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo de granjearse la protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso que debemos solamente a Dios".
Todo género de adivinación, en definitiva, nace de la falta de fe en el Dios Verdadero; y es el castigo del abandono de la auténtica fe. Por eso, en uno de sus cuentos escribía Chesterton: "La gente no vacila en tragarse cualquier opinión no comprobada sobre cual­quier cosa... Y esto lleva el nombre de superstición..." 

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