sábado, 19 de enero de 2013

Homme das serpent

     
                 
Homme das serpent, de 1923, cuya figura central aparece flanqueada por serpientes que, a la manera de báculos, se yerguen hacia el cielo y por una flecha que, como llama o falo, se erige simétricamente, muestra una sugestiva proximidad a una escena del códice Florentino, en la que Huitzilopochtli, con sus marcas de Dios y con Xiuhcóatl, la serpiente de fuego, nace ya adulto de su madre, Coatlicue.
La voluta indicadora del habla, las transparencias del cuerpo que aparecen en otros sectores del códice y el disco solar con cinco grandes rayos, que podría corresponderse con el escudo engalanado con cinco penachos de plumas portado por el dios, reafirmarían esta probable vinculación. 
La descripción de los atavíos e insignias de Huitzilopochtli realizada por Sahagún, en la que se menciona el gorro de plumas de papagayo amarillo, el escudo con un rastrillo de flechas y el bastón de serpiente en la mano, reitera las correspondencias con la pintura de Xul. 

Sin embargo, la palabra Doma incluida en el cuadro -a la luz de otras obras como Jefe de Dragones, también de 1923, en las cuales los personajes aparecen ejerciendo un poder sobrenatural sobre los animales-, situaría a esta pintura en la esfera de los magos que, según el relato de Sahagún, hacen vivir a las serpientes para curar con ellas.

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