lunes, 21 de enero de 2013

Qué le gustó de cada religión

Desde que los humanos notaron que había un orden en la naturaleza, en el cosmos y hasta en la propia vida, y que ese orden garantizaba armonía, paz, salud y felicidad, se preocuparon por conocer sus leyes y normas. Cada 'religión' es un intento por develar esas leyes, mediante la razón, mediante la intuición...Y de hecho, por este camino se producen convergencias entre ellas.

Religiones del mundo alrededor de la paloma de la paz el islam, el cristianismo, el hinduismo, el taoísmo, i Baha, el Budismo, Jain, el sintoísmo, el confucionismo, la espiritualidad indígena, el judaísmo, sijs, con las etiquetas Foto de archivo - 14202172
Taoísmo

El Taoísmo es una de las líneas más místicas del pensamiento chino.
El interés del Taoísmo se centra en la sabiduría intuitiva más que en el conocimiento racional. Reconoce los límites y la relatividad del pensamiento racional y dado que representa una manera de liberarse de las reglas convencionales, es una disciplina que se puede comparar con el Yoga, el Vedanta del Hinduismo, o con el Óctuple Sendero del Budismo.
Según la filosofía taoísta, la razón humana jamás podrá comprender al Tao (alcanzar el conocimiento total), porque el razonamiento forma parte del mundo artificial que el hombre ha creado, así como las pautas sociales y morales.
Para poder discernir las características del Tao, se observa la naturaleza; de esta forma, observando la naturaleza y mediante intuición mística, logran percepciones de la 'verdad'.
Una de las principales intuiciones taoístas es que la transformación y el cambio es el rasgo característico de la naturaleza, como manifestación de la interrelación que existe entre los polos opuestos yin y yang que se encuentran unidos dinámicamente formando una unidad.
Para alcanzar la iluminación es imprescindible trascender los opuestos.

Shintoísmo japonés
Consiste en reconocer que rigen sobre nosotros todos los espíritus del cielo y de la tierra;  fuerzas sobrenaturales o dioses, con quiénes debemos vivir en armonía.

Confucionismo


Confucio nació en el año 551 a.C. Desde la adolescencia se dedicó intensamente al estudio. Se casó muy joven, tuvo varios hijos, pero su dedicación obsesiva y constante fue para educar a los jóvenes para la vida y para la política.
 Confucio nunca quiso fundar una religión, admitió ser un hombre como cualquiera. Cree en el cielo como algo misterioso, impersonal que actúa sobre el mundo. Cree en los dioses y espíritus de la tierra. Pero lo religioso no fue para él una obsesión. El deseaba servir al hombre proponiendo la igualdad de todos, buscando la felicidad universal.
Su doctrina se puede resumir en la frase: "Lo que no quieras para ti no se lo hagas a los demás", este principio aplicado a todas las relaciones.

Jainismo

Su símbolo es la esvástica.
El jainismo es ateísta, y es aceptado como una actitud religiosa natural.
Los jainistas no niegan la existencia de deidades, pero se considera que estos seres, como los seres humanos, están sujetos a las leyes de transmigración y decadencia, y no determinan el destino del hombre. Los jainistas consideran que las almas son individuales e infinitas. No son parte de un alma universal. Las almas y la materia no son ni creadas ni destruidas. La salvación se logrará liberando al alma de elementos extraños (karmas) que la oprimen, elementos que logran ingresar al alma por los actos de pasión del individuo. Tal acción causa el renacimiento entre los animales o substancias inánimes: los actos meritorios causan el renacimiento entre las deidades. 
La ira, el orgullo, el engaño y la codicia son los obstáculos principales a la liberación del alma, pero el hombre es amo de su propio destino. Al dominarse a sí mismo y al no hacerle daño a nadie, y al llevar una vida ascética, él podrá lograr renacer como una deidad. Las reglas morales para el creyente devoto requieren que muestre bondad sin la esperanza de que se le recompense por eso; de regocijarse frente al bienestar de otros; de buscar aliviar el sufrimiento de otros; y de exhibir comprensión hacia el criminal. La auto mortificación aniquila al karma acumulado.

Judaísmo


Es posible que este mundo sea perfeccionado y que la guerra y el odio sean desterrados, pero para ello será necesario que cada persona, cada uno, esté dispuesto a superarse espiritualmente. El camino de nuestra vida ha de ser como el de una escalera: con los pies sólidamente puestos en la tierra y con la cima situada en el cielo.
Se ha de practicar la justicia, la rectitud y la santidad, y mostrar compasión hacia los demás. El odio del prójimo, la soberbia, la sensualidad, la ira, el desprecio, la envidia y los celos son combatidos; es necesario cultivar vigorosamente el espíritu de compasión, la gentileza, la benevolencia, el amor por el prójimo y por el saber.

Budismo
Es una religión sin Dios. No hay revelación. Cualquier humano, a través de sus propios esfuerzos, puede descubrir la realidad fundamental dentro de sí mismo. En este sentido el budismo no solamente se refiere a la enseñanza de un Buda, sino a la enseñanza que permite a cualquier persona convertirse en Budas.
Existe una gran semejanza entre estas concepciones orientales y las de las culturas indoamericanas.

Hinduismo
El hinduismo reverencia a 330 millones de dioses. El hinduismo no tiene fundador, carece de ritos  y tampoco posee una jerarquía religiosa.

Uno de los pilares fundamentales del hinduismo es la creencia en la reencarnación según el karma o conducta en la vida anterior.

Cree que todos pertenecemos a un mundo impersonal y, por tanto, el alma reencarna en otro cuerpo de cualquier ser, según los hechos de la vida presente de la persona. Todo es mérito o demérito personal.

Zoroastrismo
Sólo pedía a los humanos tres cosas:
 •Un pensamiento puro.
 •Una palabra pura.
 •Una acción pura.

Estas tres condiciones era la puerta a la salvación que se ofrecía a todos.
No estaba a favor de brujerías y lecturas del porvenir.


Islamismo

Todos han de someterse a la ley de Dios y a ningún otro mandato.

Bahaísmo


El Fe bahá'í, es una religión monoteísta cuyos fieles siguen las enseñanzas de Bahá'u'lláh, su profeta y fundador, a quien consideran la Manifestación de Dios para la época actual.

Los principios centrales del bahaísmo se resumen en tres unidades: la unidad de Dios, la unidad de la humanidad, y la unidad de la religión como una serie de revelaciones sucesivas.




Templarios

Se dice que los templarios tienen dos doctrinas: 
- la oculta y secreta de sus Maestres, que era la doctrina juanista: panteísmo místico inspirado en la Cábala, prometiendo libertad y síntesis de todas las creencias perseguidas por el catolicismo.
- y la pública, que era católica: regla cisterciense redactada por San Agustín y alabada por San Bernardo.

Sus atributos eran: castidad, obediencia y valentía extrema, llamándose entre sí "hermanos". 
Durante las Cruzadas, los Caballeros Templarios permanecieron durante largos períodos de tiempo en los países de Oriente Medio, donde se familiarizaron con las enseñanzas de la mística árabe. Este contacto con las civilizaciones orientales les permitió traer de vuelta a Europa los fundamentos de lo que se convertiría en el ocultismo occidental, incluyendo el gnosticismo, alquimia, la cábala y el hermetismo.

Sociedad Teosófica de Helena Blavastky
De la Sociedad Teosófica se desprenden prácticamente la mayoría de las grandes figuras del pensamiento esotérico occidental.
Su derivación: los Rosacruces.
La doctrina de la Fraternitas Rosae Crucis enseña que hay un solo Dios, Creador y fuente de todo. Según afirman, en cada individuo se encuentra enterrada una partícula del elemento divino, una chispa divina. Esta chispa celestial es considerada como el alma. Por otra parte, Dios concedió el libre albedrío al ser humano y la posibilidad de disminuir o hacer crecer esta pequeña chispa a través de los pensamientos, deseos y acciones. La vía para desarrollar el alma consistiría en transmutar la naturaleza inferior humana y al mismo tiempo hacer crecer el sentimiento de amor en el interior de cada individuo.


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